miércoles, 14 de diciembre de 2016

UN DIA EN NUESTRA VIDA. 13/12/16

8:20 de la mañana. Hace rato que se ha ido papá pero yo me he quedado un poco más remoloneando en la cama y estirando un poco la espalda que hace días que me duele a rabiar. Los niños duermen! No me lo puedo creer con lo madrugadores que son! Nada más asearme un poco Iciar se despierta. Está súper simpática haciendo monaditas para que me ría con ella. Si es que me la como! Zapatillas y a la cocina a desayunar! Intento pasar rápido por el pasillo porque es llegar a la puerta de Adrián y pegar un grito para despertar a su hermano. Con lo pequeña que es y mira que es grunujilla! Al poquito de poner el desayuno a Iciar,se despierta Adrián. Otro que está para comérselo! No para de hablarme mientras subo la persiana y comentarme todo lo que hicimos ayer. Desayunan los dos mientras se hacen gracias el uno al otro y se ríen de sus tonterías. Hoy tienen un día bueno! Jijiji. Pero en una décima de segundo todo cambia cuando una niña grita enloquecida: "COLATE,COLATE"!! Hasta roja que se pone intentando salir de la trona. Y es que les compré el típico calendario de adviento con chocolatinas y hoy se me había olvidado dárselo. Menos mal que estaba ella para recordarmelo,jajaja. La mañana transcurre con normalidad. Ellos se quedan jugando y viendo dibujos en la sala y mientras yo ejerzo de mala madre dejándoles la tele encendida,aprovecho a hacer camas,pasar mopa,quitar polvo,hacer baños y la comida que el día anterior no la pude dejar hecha porque trabajé. Claro,todo esto con dosis continuas de mamá teta,brazos,quiero un cuento,dame agua,leeme tú el cuento,quiero un plátano, yo te ayudo,dejame la escoba,mamaaaa Iciar me quitó el juguete y así un sin fin de cosas que ni a mí se me hubieran ocurrido. Cuando por fin consigo tener la casa recogida les visto y para mi sorpresa no pelean ni se escapan para que no les cambie. Una vez preparados lavamos cara,nos peinamos y listos! Serán cerca de las 11:30 y nuestro plan de hoy por la mañana es ir a la biblioteca. Adrián me pide el frasquito de pompas para ir haciendo por el camino. Hace un día casi primaveral,salimos sin cazadoras y vamos dando un paseo relajado hasta la biblioteca. La verdad es que tan sólo está una calle más abajo ( y cuando digo abajo es literal porque pedazo cuesta hay...jajaja) pero Adrián va haciendo pompas y entreteniéndose con cada florecilla que ve. A Iciar la llevo en el carro porque luego subir la cuesta con los dos andando se hace complicado. Cuando llegamos nos quedamos jugando con las hojas que hay en el jardín de la biblioteca. Es un lugar muy bonito lleno de castaños y rinconcitos con encanto. El día acompaña así que disfrutamos de este tiempo al aire libre. Cuando se cansan entramos en la biblioteca y se pasan un buen rato mirando cuentos. Nos llevamos tres para casa y parece que tienen éxito porque Iciar me pude uno mientras vamos para casa. Compramos el pan y me piden un rato de parque. La verdad que a mi ya no md apetece mucho,pero al final cedo ( cómo negarse? Jiji). Subimos a casa a la 13:30 más o menos,nos preparamos y comemos ( espaguetis con atún, todo un éxito). A las 14:30 me voy a la habitación de Iciar y me echo con ella en la cama mientras toma teta y se duerme. Adrián se queda en la sala viendo dibujos y cuando llego ya está dormido. Le tapó y por fin tengo tiempo para mi!!! Bravo!!! Este tiempo lo dedico habitualmente para recoger la cocina,fregar suelos y cosas así. Pero hoy lo tengo todo ya hecho así que mi tiempo libre lo dedico a llamar a mi madre y hablar un buen rato. A las 15:45 más o menos se despierta Iciar,quiere ir al salón e irremediablemente despierta a Adrián. Nos quedamos jugando un rato y en un rato voy a preparar la merienda para marchar pero Adrián hoy no quiere salir. A mi me da bastante rabia porque hace un día muy bueno y el parque está lleno de niños amigos suyos( vemos el parque desde la ventana). Después de insistir e insistir consigo sacarles a las 17:30 y al final se lo pasan pipa y luego no hay manera de subir para casa. A las 19:00 nos vamos porque ya hace mucho frío. Llegamos a casa,nos ponemos zapatillas y...a seguir jugando! Poco después viene papa y yo me meto a la cocina a hacer la cena y la comida para el día siguiente. Cenamos a las 20:45 y después nos quedamos en el salón viendo un poco la tele y jugando. Cerca de las 22:00 lavamos dientes y yo me voy con Iciar a darle teta a la cama y papi se encarga de arropar a Adri. A las 22:15,los niños ya están dormidos! Ole,ole y ole! Hoy coincide que me echan una serie que me gusta en la tele,así que me toca descansar. No sin ir alguna vez que otra a dar teta a Iciar,pero vamos ya pica cosa. Y así acaba lo que ha sido un buen día, sin conflictos,ni peleas. Yo agotada pero muy contenta porque hoy ha sido un día fácil de llevar.

domingo, 11 de diciembre de 2016

COMPRAR CON NIÑOS

¿Parece misión imposible ir a comprar con niños? ¿De verdad alguien ha pensado que es dificil pasar por linea de caja sin una rabieta,sin una pataleta, unos gritos y un NO TE VOY A COMPRAR ESO? Pues quien lo haya pensado está en lo cierto. Yo que trabajo en un centro comercial, dónde todo está estratégicamente colocado para atentar contra la voluntad de los niños y doblegarlos ante chuches, zapatillas de la patrulla canina o cojines de Frozen, sé de lo que hablo: centros comerciales cuya música de fondo son los llantos de los niños, los gritos de los padres...Padres estresados que no disfrutan de una tarde de compras...Niños frustados y castigados... Y todo provocado por un ente llamado "MARKETIMG" que arruina lo que podía ser una mañana o tarde de compras. Cada día que voy al trabajo veo muchas cosas y casi siempre son castigados los menos culpables, los pobres niños a quienes se les ha fastidiado su tarde de parque para entrar en un sitio lleno de cosas chulas que ni siquiera van a poder mirar. Así visto desde lejos y con perspectiva me doy cuenta de que no reparamos ni un sólo momento en las necesidades de nuestros hijos,siempre con prisas y deseando acabar cuanto antes llevamos a nuestros hijos arrastrandoles de un brazo y deseando que no diga ni "esta boca es mia". Ya sé, y lo digo por experiencia, que es muy difícil ir a comprar tranquilamente sin rabietas, ni mami quiero eso. Pero creedme no es misión imposible. Yo,al igual que muchas mamás, que tengo que bajar a comprar de dos a tres veces por semana,sé de lo que hablo y de verdad que podemos salir airosas de una mañana en el súper. Vayamos por partes: Primero vamos a ver el paso más importante de todos y quizá el más difícil: * di adiós a las prisas. Olvidate de mirar la hora. Deja el reloj en casa, no mires el móvil y si es un día en el que vas pillada apañate con lo que tengas en casa y vete otro día. El ir sin tiempo facilita mucho las cosas y hace que puedas ir más relajada. *Pobre en su lugar,para un niño ir a comprar es lo más aburrido del mundo. Intenta encontrar algo que le resulte divertido. A mi niño le entusiasma llevar los carritos pequeños,estos que sin de su tamaño.Pues nada con dos carritos que vamos a hacer la compra. * No le obligues a ir sentado en el carro,sé que para nosotras es mucho más cómodo pero hay que pensar más en ellos. Su quiere carro,pues carro,si quiere andando,pues andando! * Involucrale en la compra,haz que meta cosas al carro, que escoja la fruta y la meta en la bolsa ( aunque a veces meta la fruta mas pocha,nunca la quites delante de él o explicale que coja las que estén más duritas o como las quieras. Veces yo he tendido que hacer selección cuando él estaba entretenido con otra cosa) *El momento crítico de espera en carnicería o pescadería también se puede superar. Cogele en brazos y vete explicándole lo que vas a comprar,al menos el mío se queda alucinado con los peces. Si tiene hermanos, como es mi caso, dejales jugar,no estés encima de ellos todo el rato. Y unido a esto podemos añadir el siguiente punto *Deja que toquen las cosas,no pasa nada porque vayan a los botes de colacao y los toquen o a los frutos secos y los cojan con las manos. Siempre vigila que no anden cerca de bites de cristal eso sí. No hay que estar encima de ellos todo el rato: fulanito deja eso,menganita deja aquello. Es su momento de juego,dejales! * Es importante que elijas un súper de confianza donde te conozcan y no vean a tus hijos como una amenaza. Interactúa con los trabajadores del súper y poco a pico serán los primeros en hacer monerias a tus hijos y los que les inviten a jugar con los champus, jejeje *Tómate el momento de comprar como parte de su aprendizaje y no frustes cada iniciativa que tengan y sobre todo, pobrecitos,déjales que elijan algo para ellos(algo saludable,se entiende. O unos cereales, o que elijan lo que van a cenar).Siempre en relación a nuestra económica, si elijen algo caro es muy fácil convencerles con otra cosa igual de atractiva para ellos y más asequible para nosotros. *Si vas a unos grandes almacenes dejales que vayan a la sección de juguetes y que jueguen leche! No te encantaba a ti de pequeño estar en esta sección? En algún momento se cansarán y podrás seguir tu compra. Este punto enlaza con el primero: compra sin prisas. De verdad,no es tan difícil ir con ellos,solamente hay que ponerse en su lugar, ver el mundo desde sus ojos como digo muchas veces. Y sí, hay momentos en lis que a pesar de ir con tu mejor intención y con la lección aprendida, la rabieta hace acto de presencia por la más mínima cosa. En estos casos ármate de paciencia,no te alteres y como dice Rosa Joven:" quiereme cuando menos lo merezca porque será cuando más lo necesite". Y no penséis que para mi ha sido fácil el tema compra con dos niños.Todo esto me lo han ido enseñando ellos a base de lloros y pataletas en el súper, de ponerme como una loca, de estar al límite y ver que lo hacía no funcionaba. Poco a poco fui viendo como ellos lo podían llevar mejor y el ir sin tiempo hace que tu estés más relajada y puedas estar más receptiva a sus necesidades. Ánimo ir de compras no es misión imposible!

miércoles, 9 de noviembre de 2016

SOBREPASADA POR LA TERRIBLE CRISIS DE LOS DOS AÑOS

14:30. Cocina recogida, casa adecentada, niños en la siesta y yo con 15 minutos de descanso antes de que uno de los dos me reclame. Al menos esperemos que sea la niña porque una dosis de teta hace, por lo general, que vuelva a coger el sueño.En cambio si fuera el niño...ya me puedo ir despidiendo de mi momento de relax. Ultimamente la cosa se ha calmado algo (de ahí que pueda volver a escribir en el blog) y consigo que los dos se duerman más o menos a la vez, la niña en la cama conmigo al pecho y el niño en el salón viendo los dibujos. Pero hasta hace bien poco eso era prácticamente imposible. Adrián se negaba a dormir y se ponía como un loco (cosa bastante lógica por otra parte, ya que se caía de cansancio)alborotando toda la casa y tirando todo lo que hallaba a su paso. Una locura de verdad. Y la cosa empeoraba cuando se le ocurría la genial idea de ir a molestar a su hermana mientras le daba la teta. Resultado: dos niños alborotados y una madre atacada de los nervios. Y claro, todos sabemos como se suavizan los nervios...pegando un grito de esos que te dejan la mar de calmada...PUES NO!PROHIBIDO! NO MAS GRITOS! NO MAS ENFADOS!!. Ese ha sido mi propósito a la hora de educar a los niños. Sé que son niños, que ellos no lo pasan bien cada vez que tienen una rabieta y sobre todo me da la vida pensar que esto es una etapa y que va a pasar. Pero he de confesar que es muy difícil el no poder descargar la ira. El quedarte con el estrés dentro y sólo decir lo más calmada posible: ahora mamá está muy enfadada. Es muy duro cuando no hay más que gritos y lloros porque ese cuento es mio, o porque me ha pegado o porque quiero ver los dibujos de Zootrópolis por quinta vez en el día. Supongo que cuando sean más grandes será más fácil razonar con ellos, pero ahora es absurdo intentar explicarles las cosas, aunque yo no dejo de hacerlo con la esperanza de que algún día alguno me responda: tienes razón mamá, no lo volveré a hacer!! Cosa de locos Pues en esta tesitura me hallo. En una lucha constante con dos fierecillas que no me dejan cinco minutos de respiro. Lo que más me preocupa de todo es la manía que ha cogido Adrián de pegar a su hemana. La pega por todo, si está tan tranquila viendo la tele ahí va él y zasca! un tortazo a mano abierta así porque sí. Que están leyendo un cuento y ella quiere pasar página zasca ota bofetada. Que se la cruza por el pasillo pues hala venga te empujo...y así en eun sin fín de ocasiones. He de confensar que es lo que más me desespera, no sé cómo enfrentarme a eso, por más que se le explica que eso no se hace, nada, no hay manera. Le pide perdón y a los dos mimutos ya está la otra gritando porque la ha tirado al suelo.No sé como hacerle enternder que eso está mal y muchas veces me pregunto cual fue el punto de inflexión en el que todo cambió y dejó de ser un niño tranquilo a un castigador. No encuentro consuelo y a veces me he puesto a llorar como una niña pequeña, como hacía años que no lloraba, porque la situación me desborda. No tengo recursos para controloar la situación, se me escapa de las manos y tengo miedo de que acabe evolucionando y se convierta en un niño violento. En casa nunca vio esas actitudes y en el parque si bien es verdad que ve muchas cosas, no creo yo que le haya afectado tanto algo para que lo haya asumido como propio. Tengo la esperanza como dije antes de que esto sea una etapa y al final todo pase, pero sí que he de asumir que a veces tengo miedo de que no pase. Gracias a autores como Carlos Gonzalez, Julio Basulto o Rosa Jové y su involucración en la crianza respetuosa y con apego, puedo salir de esos momentos de desesperación en los que me culpo constantemente y me pregunto en que momento empecé a fallar como madre.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

GUARDERIA

Siempre he estado un poco al margen de las guarderías. No porque me parezcan mal,si no porque creo que se les ha dado un uso muchas veces injustificado. Mi opinión con respecto a este tema ha ido cambiando varias veces según mis circunstancias y mi "conocimiento o mejor dicho,desconocimiento"sobre el tema. En un principio y antes de tener hijos,pensaba que las guarderías eran totalmente necesarias en la crianza y educación de los hijos,era partidaria de llevarlos unas horas para que los niños sociabilizaran y para que fueran aprendiendo cosas. Lo veía como algo incluso obligatorio antes de ir al colegio. Como dije antes no sé si eso era fruto del conocimiento o más bien desconocimiento sobre el tema. Una vez llegaron los niños,la cosa cambió. Me di cuenta de que no hay mejor sitio para educar y criar que tu propia casa,nada mejor para sociabilizar que pasar todo el día en el parque y en cuanto al tema de aprendizaje...mi niño con dos años y medio sabe colores,formas, letras,números, canciones y jamás me senté con él para que los aprendiera como la tabla de multiplicar. El día a día, las rutinas, los juegos y cuentos fueron los que pusieron todo su empeño para que el niño aprendiera, jajaja. El niño está creciendo y aprendiendo de lo que ve,de lo que vive... Muchas madres me comentan que sus nenes van a guardería para que estén con niños porque son poco sociables y para que coman las verduras que no comen en casa. Y yo me paro a pensar en esos pobres niños que por su propio carácter no son muy sociables y que su mamá con quien realmente se sienten bien,les obligan a ir a un lugar a estar si o si con otros niños,cuando ellos lo que quieren o necesitan en esa etapa de su vida es jugar solos. ¿ A nosotros nos gusta que nos obligen a estar con alguien a quien no soportamos? Pues así se tiene que sentir un niño que es poco sociable. Si tu niño es poco sociable pues lo es y punto,no lo vas a obligar a que sea el rey del parque cuando lo que él prefiere es estar solo columpiándose. Así no fomentamos su carácter, si no que lo retraemos y le vamos haciendo cada vez más uraño. Por otro lado los niños van forjando su carácter poco a poco y los niños que en un principio parecen menos sociables simplemente están en una etapa de observación y confianza y con el tiempo pueden relacionarse exactamente igual que un niño que desde el principio era sociable. En cuanto al tema de la alimentación,pasa lo mismo. Obligar a un niño a comer en un sito extraño, con comida que aborrece,me parece de lo más cruel. Si en casa lo pasa mal en las horas de las comidas, cómo lo tiene que pasar fuera de casa? A veces los padres somos ( y me incluyo) crueles pensando que hacemos lo mejor para ellos. Pues bien, ahora con un niño de dos años y medio mi opinión vuelve a cambiar. Veo que el niño ya solicita otro tipo de juegos que a lo mejor yo no se darle. Necesita más información, más juegos,actividades diferentes... El pide ir al colegio,está deseando que pase este año para poder entrar. Cada vez que pasamos por la guardería se queda mirar do y me dice que quiere ir. Ahora sí que veo que las guarderías son un refuerzo en su crecimiento, pero lo veo ahora, cuando el niño es consciente y es él quien lo solicita. A pesar de que le explicamos que allí va a estar solito,sin su papa ni su mamá, ni su hermana,el parece que está encantado. Ya comienza su etapa de desapego y ahora somos los padres, mucho más las madres quienes tenemos que asimilar esta nueva etapa. En este post no trato sobre si son necesarias o no,ese es otro debate en el que yo me posiciono al cien por cien en el SI.

miércoles, 31 de agosto de 2016

MI EXPERIENCIA CON DOS NIÑOS PEQUEÑOS

Cuando nos enteramos de que esperábamos otro bebé no dábamos crédito. Adrián con tan sólo 5 meses y medio era un bebé! Seguía con el pecho, no habíamos iniciado la alimentación complementaría y las noches seguían siendo bastante desastrosas. Pero lo cierto es que a pesar de la sorpresa inicial, acogimos llegada de un nuevo bebé con ilusión y muchas ganas. Iciar nació 39 semanas después.Con un bebé en brazos y un niño de 14 meses y medio que todavia no andaba,la cosa se ponía interesante. Las mamás en el parque cuando me venían con un niño tan pequeño y embarazada de nuevo, se echaban las manos a la cabeza." Ya verás que trabajo dan dos tan pequeños","no vas a parar" y así un largo etc. Lo cierto es que a mi me daba miedo volver a tener un bebé tan llorón como fue Adrián. No pudimos hacer un paseo largo o sentarnos en una terraza a tomar algo, hasta casi los 6 meses. Sentía algunas pequeñas inseguridades pero en mi fuero interno pensaba que aquello no podía ser tan difícil, que sería una experiencia bonita y fácil de superar. Tenía razón en una cosa, es una experiencia muy bonita. Tuvimos la suerte de que Iciar fue un bebé muy tranquilo, apenas lloraba, se podía ir con ella a todas partes y jamas tuvimos que irnos de ningún lado porque estuviera llorando. Fueron meses muy tranquilos, yo iba con los dos a todas partes,porteando a la niña y llevando al niño en la silla ya que acababa de arrancar a andar y todavía no iba él muy seguro. Después una vez que él se manejaba mejor, llevaba a la niña en el carro y a él en un patinete que adaptamos al carro. Todo iba a las mil maravillas. La cosa se empezó a complicar cuando la niña quiso explorar por ella misma. Poco a poco fue sacando su carácter y a desestabilizar la armonía que habíamos conseguido. En el parque hay momentos de locura, ella con 14 meses y medio todavía tiene que ir agarrada de la mano, no se atreve a soltarse y eso me complica un montón la cosa. Ella me tira para un lado, el otro gritando para que le suba al columpio, intento dejarla en el suelo para ayudar al niño y se pone como una loca a gritar, el otro se desespera más y yo al final consigo llegar al columpio arrastrada como un caracol echando babas por todos lados y con un zumbido en el oído causado por los gritos de la pequeña guerrillera. Vamos un desastre! Y en casa la cosa no mejora, imposible dejar a la niña sentada, allá que se viene gateando y gritando como una loca:"mamá, mamá colo, colo"! Y yo con el pañal de Adrian lleno de caca en la mano y en la otra mi taza de desayuno. Eso cuando no se pelean por un juguete, un gusano o una ramita que haya en el suelo:"mio, mio" . Y que decir de las noches...pues que no son mucho mejor, la niña enganchada a la teta toda la noche no me deja descansar, así que comienzo el día arrastrando el cansancio del día anterior. De todas formas he de decir que el niño con casi dos años y medio ya entiende y razona muy bien las cosas y hay muchos momentos que la entretiene para que yo pueda hacer las cosas. Como dice él: "Isia ven que mamá tá ocupada". Gracias a estos momentos en los que él pone paz si no... Sé que esta es una etapa muy corta que va a pasar en seguida (pero hay que pasarla) y que pronto todo este cansancio, estrés, nervios, gritos, etc, va a quedar en el olvido, pero mientras pasa...hay que sufrirlo! Ahora y a pesar de que creo que es mejor que se lleven poco tiempo, creo que la mejor edad para ir a por otro bebé, es cuando el primero ya anda perfectamente y entiende un poquito más. Sin miedo a los celos, que eso es algo tan natural como el comer o ca...ar, jijiji. Es más fácil disfrutar de tus pequeños y sus etapas cuando el cuerpo y mente están relajados, con dos niños tan pequeños es muy difícil conseguir ese equilibrio y a veces, me da rabia verme enfadada con ellos por tonterías de niños, y no poder bajar revoluciones y controlar la situación desde otro ángulo. Muchas veces intento mirar con sus ojos pero el cansancio me supera y mis ojos se van cerrando de sueño...

martes, 23 de agosto de 2016

¿CUANTAS PROBABILIDADES HAY DE TENER UN TERCER BEBÉ?

Antes de comenzar a desarrollar este post, me gustaría pedir disculpas a todas aquellas mamás que me siguen y que me han preguntado varias veces por el blog. Decir que sí, que he estado desaparecida gracias a unas estupendas y merecidas vacaciones que nos merecíamos toda la familia. Y no! No he dejado el blog, sólo ha sido un "cerrado por vacaciones"😅, pero ya estoy de vuelta, así que continuaré con el blog.
A pesar de que este blog nació sin espectadoras, solamente a modo de desahogo personal, sé que son varías las personas que se interesan por lo que público, así que intentaré publicar al menos un post semanal ( aunque no prometo nada que con estos niños nunca se sabe si voy a tener tiempo 😓).
También quería pedir disculpas a las mamás que me han escrito por Facebook, lo cierto es que apenas lo utilizo así que si queréis hacerme algún comentario mejor hacerlo por IG(@nervea4) o por el blog que seguro que lo leo antes.

Bueno y sin más preámbulo voy a empezar a divagar como hago siempre por mis más profundos pensamientos.
¡¿ Estoy embarazada?!! No, no van por ahí los tiros.
No estoy embarazada, pero he de confesar que llevo unos días echando de menos esas sensaciones de incertidumbre ¿ estaré? ¿no estaré? , de ilusión, de alegría, de cansancio, hinchazón, malestar...no estoy loca, no simplemente me gustaría estar embarazada de nuevo. Creo que a algunas mamás les ha pasado algo parecido.

La pregunta que planteo en el título de la post, me vino al pensar en qué pasaría si me planteará seriamente el tener otro hijo. Sé que hoy en día eso "no se lleva", pero los que hemos crecido en una familia numerosa sabemos lo gratificante que es tener hermanos y no sólo de niños, sino también de adultos.
Pues bien poniendo en una balanza los pros y los contras, los contras pesan tanto que las probabilidades de tener otro hijo son de 1 sobre 1000, por lo menos! 😳
Vayamos por partes
-Trabajo, a pesar de que yo trabajo son tan sólo 14 semanales y aunque viene bien ese sobresueldo, no sería suficiente. Además entramos en otro asunto desgraciadamente muy ligado a la maternidad. No tendría posibilidad de conservar mi trabajo. Sólo estoy yo en mi puesto, así que con la baja de maternidad ese puesto se cubriría con otra persona. Es difícil de explicar el entramado!, pero resumiendo, que sí me quedo embarazada yo creo que me echarían.
Punto dos: el coche, aunque el coche de mi marido es grande, tres sillas atrás no caben, habría que cambiar de coche, con el gasto que eso supone...
Punto tres: el primer año quizá no, pero los siguientes. ..😱 no quiero ni imaginar el gasto que supondría,  a eso añádele más lavadoras, más duchas...y menos dinero porque yo seguramente ya no podría aportar. ( puf me estoy agobiando sólo de pensarlo)
Punto cuatro: los abuelos. Ahora los días que voy a trabajar se quedan con ellos, pero no es lo mismo cuidar a dos que a tres. ..
Vamos que todo parece complicarse. Es una pena que los gastos de hipoteca, trabajo, sociedad en general, no hagan más que poner trabas para hacer lo más bonito del mundo que es dar vida.

A favor, tendríamos sólo dos cosas, la primera: que ahora tenemos una casa grande donde cabríamos un montón (jijiji) y la segunda y más importante,  el amor que le daríamos.
A pesar de lo cansada, de lo estresada, del malhumor que me ponen a veces cuando gritan a la vez pidiendo cosas absurdas, a pesar de todo yo si tendría más hijos, si tuviera facilidades económicas, si supiera que podríamos afrontar todos los gastos que supone una familia numerosa, firmaba ahora.
Pero como en la mayoría de los casos, el dinero nos impide desarrollar al máximo nuestros sueños, aunque yo soy de las que piensan que todo aquello que deseas en algún momento se hará realidad a pesar de que todo esté en contra...

martes, 26 de julio de 2016

COMO AFRONTAR UNA MUDANZA CON DOS NIÑOS PEQUEÑOS

La mejor forma de afrontar una mudanza con dos pequeñajos inquietos, es contratar una empresa de mudanzas. Es la única solución que le veo para evitar gritos, peleas de pareja y estrés.

Todavía estoy cabreada con todo el jaleo que se organizó en casa por no hacer bien las cosas. Así que este post no puede dar más de sí.

Contrata una empresa y te ahorrarás muchos problemas. Punto y final

sábado, 16 de julio de 2016

YO: LA MALA MADRE

Crianza natural, crianza con apego, colecho...palabras estrechamente vinculadas con las buenas madres.
 Hoy, después de un par de semanas de desconexión con mi yo más profundo,de separación con el blog por razones de tiempo y espacio y de olvidarme de que el botón de automático que activé para realizar la mudanza que teníamos pendiente sólo sirvió para sacar lo peor de mi, he de confesar que quien escribe estas líneas es la mala madre que llevo dentro. La que no entiende de apego, de respeto, de ternura. La que parece ver codificadas las palabras de Rosa Jové o Carlos González, la que no atiende a razones, la que desoye los llantos de sus hijos pidiendo un poco de tiempo y comprensión. La que se vuelve egoísta y sólo ve su desesperación. La que no quiere entender que lo primero son sus hijos.
Sí, soy una mala madre, sin excusas. Dos semanas de mala madre que arrasaron con todos los pliares que habíamos construido.
Suerte que los niños con su infinita ternura perdonan sin condiciones ( aunque no tengo muy claro que olviden de la misma manera).

Mala madre: permito que mis hijos estén con nosotros mientras hacenos la mudanza. Lo que a priori no parece que sea algo significativo, se convierte en una situación de alto grado de estrés para los niños. Nos ven de aquí para allá, sin prestarles atención. Me solicitan, no los atiendo, me reclaman, hago oídos sordos. Finalmente gritan desesperados y como respuesta no sólo no reciben mi atención, sino que tienen que hacer frente a una mala madre que desconocen.

Mala madre: desconozco el significado de la palabra paciencia. Sus continuos llantos no son más que la sensación de abandono, de falta de atención. Aún sabiendo que me están pidiendo tiempo para ellos, soy incapaz de parar con lo que estoy haciendo y sentarme dos minutos a jugar con ellos.

Mala madre: soy capaz de dejar a un bebé que llora desesperado sin teta por acabar de colocar una habitación.

Mala madre: me irrito cuando oigo cada cinco minutos a mi niño pedirme cualquier cosa. Me cabreo al verle pegado a mi, sin dejarme mover.

Mala madre: le grito

Mala madre: ...    Después de oírle gritar, llorar, de lanzar juguetes, de ahora si, ahora no, de enrabietarse como si no hubiera un mañana... mis ojos se enrojecen de ira, mi gesto se transforma, mi grito le asusta...y mi gesto de alzar la mano para darle una bofetada le paraliza y le aterra. Fue tal la cara de pánico que puso, que en ese momento la mala madre se empezó a romper.
No le pegué, no tenía intención de hacerlo, pero quería que entendiera cual era mi grado de enfado.
La mala madre acabó de resquebrajarse y caer pedazo a pedazo al suelo cuando mi pequeño con voz asustada dijo : no pegues a Adrián.
Fue la punta del iceberg, la gota que colma el vaso, lo que necesitaba para despertar. Fue mi propio hijo de dos años el que me devolvió la cordura.

Soy una mala madre y aunque la buena madre ya volvió de su viaje a nunca jamás, sé que la mala madre está ahí.  Me duele profundamente el haberla conocido y yo no sé si seré capaz de perdonarme como lo han hecho ellos.

miércoles, 22 de junio de 2016

UNA TARDE EN EL PARQUE

Se acerca el verano, y digo se acerca porque aquí en Galicia el tema se complica un poco y siempre vamos con un poquito de retraso con respecto a otras zonas😕. El caso es que ya empieza a sentirse el calorcito, ya huele a cremas de sol, ya se ven vestidos de tirantes, chanclas y los más importante...gente en la playa! Aunque 😞 bueno, aquí eso no es un indicativo, ya que la gente tiene tantas ganas de sol y playa que ya puede hacer un frío de narices que como haya un rayo de sol, extienden las toallas y venga a sudar en la playa😁😁😁😁.
Yo a tanto no llego pero ahora que sí parece que ya llegó, he de decir que en dos días de sol, he puesto a los niños casi todos los modelitos que tenían para el verano. Tenía tantas ganas de verles con las pie rencillas al aire!😁😁😁.

Pues bien, al hacer tanto calor, estuve pensando donde podía llevarles por la tarde, ya que al levantarse tan pronto de la siesta (se acostaron a las 2 y a las 4 ya estaban a tope) no podía bajarles al parque ni a la playa. Me parece que son horas de mucho calor para estar con ellos por ahí.
Donde yo vivo al tener la playa al lado no se estila lo de las piscinas municipales, así que improviso yo una.
Agarré la mochila con las toallas, las meriendas, las cremas del sol y los pañales... sobre todo pañales y una piscina hinchable que teníamos de cuando el niño era bebé y nos fuimos a un parque que tenemos cerca con árboles, mesitas para merendar, etc y ahí abrimos el campamento.
Les llené la piscina y sobretodo el niño (al que le encanta el agua) fue como loco. Se metieron dentro, chapotearon, tiraron juguetes, sacaron y metieron agua. Fue la mejor idea que pude tener.
Después merendaron, la niña se quedó sentada en la toalla jugando con los juguetes y el niño no paró de correr. Jugamos a pillar, al escondite...
Ya cerca de las 7 de la tarde recogimos y nos fuimos a nuestro parque de siempre a jusar con sus amigos y como no, a montar en los columpios (su vicio obra particular).

Me encanta verles tan contentos, sobretodo a él que ya demuestra más sus sentimientos. No paraba de danos abrazos y besos a mi y a su hermana. Saltaba y gritaba de la alegría. Ains... daban unas ganas de comérselo!
 Y así pasamos la tarde, después de la cena cayó rendido y hasta ahora que son las 9:20 de la mañana y sigue dormido.
Hoy a ver que inventamos...

domingo, 19 de junio de 2016

17/06/2016. RECORDANDO EL PARTO DE MI PEQUEÑA.

Un día como hoy, hace un año, estaba impaciente por ver la carita de mi pequeña sin saber que esa misma noche se desencadenará todo.

Miércoles por la mañana, empezamos el día como otro cualquiera.  MÍ madre ya está en casa con nosotros y eso me facilita mucho las cosas. Con un niño pequeño de casi 15 meses y 18 kilos de más en mi cuerpo, toda ayuda es bienvenida, sobretodo si viene de tu madre que te conoce y sabe respetar tus manías y tu mal humor cuando estás cansada... porque de eso habrá mucho esa noche.
Como decía, todo transcurre como otro día cualquiera.  Mi madre da el desayuno al niño, juega un rato,lo viste y se va con él de paseo. Esos paseos a orillas de la playa con el solecito que ya empezaba a calentar y esa tranquilidad, relajaba tanto al niño que acababa dormido en el carro.
Mientras, yo en casa preparaba la comida, recogía un poco y me duchaba, nunca acababa antes de las 12:30, y en cuanto estaba lista marchaba a buscarles. Me encanta recordar a mi madre sentada en el banco del parque con el niño durmiendo en el carro. Esa imagen me acompaña siempre que paso por ese banco. A veces lo recuerdo con alegría, pero otras como hoy, con bastante añoranza y melancolía y con mucha pena de no tener a mi madre cerca y poder disfrutar juntas de tantas cosas que experimentan los niños.
Dimos otro paseo hasta la hora de comer. Todo seguía parado.
Por la tarde no recuerdo muy bien que hicimos, sé que casi a última hora, cojo el coche y nos vamos a un paseo muy grande que  bordea toda la ría  y que tiene parques para los niños. A partir de ahí, mi recuerdo es no parar de coger al niño en brazos para subirle al tobogán.  Me dolía la barriga, no dolor de parto, sino de malestar por cansancio. Cuando conseguimos sacar al niño del parque intentamos dar un paseo, pero al rato tuvimos que dar vuelta porque me encontraba muy cansada.
A partir de ahí todo me molestaba, no sé porqué pero estaba enfadada y de malhumor.  En la cena me empecé a encontrar mal y en ese momento intuí que me iba a poner de parto. Nadie me hizo caso! Lo cierto es que no tenía contracciones pero era un malestar muy extraño.
Mi marido se fue a la cama y nos quedamos mi madre y yo viendo El Príncipe,  que era lo que echaban por la tele. Yo no sabía comó ponerme en el sofá, no paraba de moverme y de estar malhumorada.  Al poco se fue mi madre y cuando acabó la serie me fui yo.
Cuando me tumbé en la cama noté una calma tensa difícil de explicar. Me quedé dormida. Al intentar darme una vuelta con ese barrigón, me desperté y de pronto noté un líquido caliente. Me levanté rápidamente porque pensé que podía haberme hecho pipí (a esas alturas de embarazo la incontinencia ya era parte de mi dia a dia😓)pero al llegar al baño aquello volvió a salir a chorros y me quedó claro que era la bolsa.
Me fijé en el líquido y vi que era claro así que me tranquilice.  Por una parte me alegré de que el parto se desencadenara de forma diferente al otro, pero por otra me asustaba el hecho de que no dilatase y me tuvieran que poner oxitocina.
Para no despertar a mi madre al abrir la ducha (eran la dos menos cuarto) me lavé por partes, avisé a mi marido y antes de salir de casa a mi madre. Se que cuando rompes aguas sÍ el líquido es claro no hay que tener prisa por ir al hospital, pero en mi caso al dar positivo en la prueba del estreptococo me tenían que poner 2 dosis de antibiótico en 4 horas y...sabiendo como son mis partos, dudaba que les diera tiempo a ponermelas.
Eran las 2:15 de la madrugada cuando llegamos al hospital. Tardaron mucho en atenderme y poco a poco las contrataciones empezaron a llegar. Cuando me miraron estaba tan sólo de 3 cm, pero yo avisé que había dado positivo en estreptococo y que me pusieran el antibiótico.
" uy mujer no te preocupes que esto va par largo"😒, para largo? pensaba yo, no lo tenía muy claro.
A los 45 minutos más o menos me llevaron a la sala de dilatación.
Me asusté cuando vi que no paraba de echar líquido (yo pensé que se rompía la bolsa y salía todo)pero no! eso va de a poquitos.
Todo transcurría con normalidad, las contrataciones empezaban a ser tremendamente dolorosas y al poco vinieron a ponerme la epidural.
En este punto quiero detenerme un poco para explicar lo bien que me la pusieron esta vez. Con el niño fue ponermela y dejar de tener dolor, no sentía cuando me venían las contrataciones y a la hora de empujar me complicó un poco el asunto. Esta vez las contrataciones me seguían doliendo aunque de forma soportable y  pude identificar perfectamente cuando tenía contracciones.
Al poco rato de ponerme la, ya en la sala de dilatación de nuevo, empecé a sentir muy fuertes las contrataciones y estuve tentada de avisar a la anestesista para que me subiera la dosis. Lo dejé pasar.
Lo que sí no pude dejar pasar, fueron las ganas de hacer pis cada vez que me venía una contracción y en cuanto vino la matrona a revisarme se lo comenté.  Me daba mucha vergüenza hacerme pipí en la cama, así que le pedí si podía quitarme las correas para ir al baño.
Me dijo que si, pero que primero iba a mirar como estaba de dilatada.
- Mira,- me dijo- no son ganas de hacer pis es la cabeza, está casi fuera!!!.
Fueron a preparar el paritorio y mientras me pusieron un chute de glucosa porque la niña no ayudaba mucho, se quedaba dormida. ¡En pleno parto! Y ahora no hay quien la duerma!
A las 5:50 de la madrugada nació mi niña.
Ya en la sala de parto, mi marido entró al mismo tiempo que yo, empuje un par de veces y la cabeza ya estaba casi fuera. He de aclarar que al notar las contrataciones sabía perfectamente donde y cuando tenía que empujar. Lo sentí todo. Como un gran desgarro y quemazón hasta que salió la cabeza, en un par de pujos más, la niña ya estaba fuera.
Esa sensación de notarla con tu piel, verla fuera, mirar sus deditos, cabeza, manos...y todo estar bien, es la sensación más placentera y gratificante que se puede tener.
A partir de ese momento... La sensación más bonita del mundo empezó a oscurecerse cuando me dijeron que se la tenían que llevar y dejar en observación 24horas.
Se me vino el mundo abajo. Todo lo que no había sabido hacer con mi niño, lo quería hacer bien con ella. Quería darle el pecho nada más nacer, tenerla piel con piel el máximo tiempo posible y nada de lo que había planeado lo iba poder poner en práctica.
Me explicaron que al desencadenarse tan rápido el parto, no había dado tiempo a ponerme la segunda dosis de antibiótico y que esa dosis se la tenían que poner a la niña directamente.  Al ser un antibiótico tenían que dejarla en observación por si pasaba cualquier cosa. Fue un momento muy duro el separarme de ella. Pensar que se iba a quedar ella sola en una sala sin su mamá, sin nadie que la tuviera en brazos...
Pedí por favor darle el pecho antes de que se la llevarán y la forma en que lo agarró a la primera, me hizo sentir que la niña me necesitaba más que a nada.
Me la quitaron enseguida.
Este dolor fue más fuerte que el del parto. Recuerdo taparme con la sábana y no parar de llorar. Por más que intentaban calmarme, no tenía co suelo ninguno. Yo sólo quería estar con ella.
No me dejaban bajar hasta neonatos hasta pasadas 4 horas, pero yo estaba bien. A la hora me ducha yo sola, porque nadie venía a mirar como estaba.
Mi recuperación fue perfecta, al no darme puntos estaba como si nada, algo cansada pero en perfecto estado.
En cuanto me dejaron bajé a ver a mi niña, a partir de ahí me separé de ella lo menos posible, pero he de decir que mi experiencia en neonatos no fue muy buena. Las enfermeras no me lo pusieron nada fácil para poder estar y poder alimentar a mi hija como yo quisiera. Este tema creo que merece un post especial para hablar de ello.

Por si eso fuera poco, me absorbió una sensación de abandono, de haber dejado solo a mi niño, con el que había pasado todos los días y noches de su vida y ahora su mamá no estaba con él. El primer día en el hospital después del parto fue muy duro, todo eran sensaciones de abandono y pérdidas.
Pero todo pasó ven cuanto al día siguiente me subieron a mi niña y ya no me separé de ella. Enseguida recuperé el ánimo y todo volvió a tornarse de color rosa.

Éste fue un parto con sus luces y sombras, pero desde luego, yo me quedo con lo bonito, con el momento en que la oí llorar por primera vez, con el momento en el que me la pusieron encima, cuando se agarró a mi pecho por primera vez, cuando la oí respirar nuestra primera noche juntas...

@nervea4

martes, 14 de junio de 2016

¿SALIR O NO SALIR? ESA ES LA CUESTIÓN

Desde que me quedé embarazada de mi primer hijo, no se me habia planteado la idea de salir de cena con mis amigas. Es más ni me lo planteé, ni me lo propusieron. Se ve que una embarazada no es la mejor compañía para salir de copas, jejeje. Una vez nació el niño, la absorción es tal que no te da tiempo ni a pensar que una madre puede salir sin su hijo a cenar y cuando nació la niña el trabajo se multiplicó, por lo que cuestionarse salir un rato sin ellos, parece tarea imposible sobre todo si hay una teta por el medio creciendo y creciendo a cada hora que pasa sin que la vacien.
Resumiendo, que vivía muy tranquila hasta que una amiga muuy simpática (jijiji) nos propuso a un grupo de mamás salir de cena sin maridos y sin niños. Hasta este momento como digo, vivía muy tranquila sin plantearme ese tipo de disyuntivas: SALIR O NO SALIR.

Para ser sincera estoy en modo : quiero quedarme en casa -cenar un pizza- ver una peli-y meterme en cama. Y así soy felizzzz! Tengo la impresión de que si no tienes la necesidad de salir por ahí de cena no eres una mujer completa, eres un bicho raro que se aisla del mundo y que no tiene más vida más allá de sus retoños.
Y llegados a este punto he de aclarar que sí soy una mujer independiente de mis hijos, que si tengo otras necesidades, que sí me arreglo, que sí me maquillo, que sí quedo con mis amigas. Simplemente prefiero ir a comer y pasar un rato tranquilas que ir a cenar y después de copas, es que no me apetece estar en ese ambiente, no me veo,sólo es eso.

La duda viene porque la amiga que lo ha propuesto, lo ha hecho con toda su ilusión, y resulta que el resto de mamás que integran el grupo están igual de encantadas, ellas si tienen la necesidad de salir.
En este momento es cuando me reconcome la duda: ¿quedarme en casa tranquila o salir con ellas que tienen tanta ilusión en hacer esto juntas?
Sé que es un día, que no pasa nada, pero claro desde las 15:30 que me voy a trabajar ya no les vería hasta el día siguiente y...no me apetece.
Total que todo este rollo viene a decir en pocas palabras...que no me apetece.
No quiero pasar una noche sin darles el beso de buena noches,de arroparles,de darle teta a la pequeña hasta que se relaja y cae rendida.  Como bien me dijo una amiga de este grupo,todavía no estoy preparada. Y tiene razón.
Al igual que respeto los ritmos de mis pequeños a la hora de la alimentación, la retirada del pañal,etc,también he de aprender a respetar los mios propios. He de aprender a no imponerme las cosas, a no obligarme, he de asumir mis límites sociales sin miedo a ser juzgada. Todo tiene su momento y el mío ahora está en disfrutar de mi familia y en sentirme plenamente feliz con mi ritmo de vida. No necesito "desconectar" a pesar de los gritos,rabietas y el malhumor que pueden llegar a ponerme estos dos pequeñajos. A pesar de todo estoy a gusto y he de aceptar que es aquí donde quiero estar y no en otro sito.

Lógicamente y cómo puede deducirse la balanza se inclinó hacia el " no salir" y he de confesar que sentí cierto alivio cuando llegó el día y a última hora comunique mi decisión final (aunque ellas ya sabían cual iba a ser). Tuve muchos momentos de lucha interior entre hacer lo que se esperaba de mi o hacer lo que realmente me apetecía.
 La conclusión a la que llego es: he de aprende a escucharme y a respetar mis ritmos sin miedo a ser juzgada.

Seguramente muchas personas pensarían : anda,vaya vueltas que le está dando esta tía a una simple cita con sus amigas! Y tendrían razón! Es un poco estúpido realmente, pero estas pequeñas disyuntivas, estos pequeños debates internos,me van forjando por dentro,me van enseñando a priorizar y a valorar opciones que quizá no tenía en mente pero que son igual de válidas.

@nervea4

sábado, 4 de junio de 2016

¡AHHH! MAMÁ ESTÁ MALITA!

En este nuevo post quiero hablar de cómo afrontar una enfermedad con niños en casa.
Es muy díficil para una madre darse el lujo de estar un día enferma,¿cómo es posible que las mamás se pongan enfermas? ¡eso es un sinsentido!, las madres no pueden dejar a sus hijos solos y meterse un día en cama! Vamos hombre, a quien se le ocurre?

Pues sí, que sí, que sí, que las mamás también cojemos virus, también tenemos fiebre, también estamos echas polvo con unas ganas terribles de coger la cama. ¿ Pero que puede hacer una madre en estos casos?
La única solución que le veo es pedir ayuda. Hay personas que no tienen problema alguno en pedir a familiares, amigos o vecinos que les echen una mano con los niños, para hacer unas comparas o para ir al gimnasio... Yo desafortunadamente no soy de esas, a mi me cuesta un triunfo pedir ayuda con los niños, primero porque son dos y segundo porque considero que son nuestra responsabilidad. Sé que es una tontería sobre todo teniendo unos abuelos que están deseando quedarse con ellos,pero lo cierto es que no puedo evitarlo.
Si tienes la suerte de poder dejarlos con alguien de confianza, ¡hazlo!. No lo pienses no tengas dudas, en el fondo sabes que es lo mejor para ellos. Déjate cuidar, al menos un día.  Deja que tu cuerpo descanse y se recupere, si no, lo único que conseguirás será alargar tus días de recuperación y algo que en un par de días se podría haber superado, tardará tres o cuatro más.  No eres peor madre por tener que cuidar un día de ti.
En mi caso, tuve que afrontar la primera gastroenteritis que he pasado en mi vida. Tengo que reconocer que me costó pedir ayuda, pero también he de reconocer que a mi marido le costó pedirla casi más que a mi. Prefirió dejar unas horas el trabajo para cuidar de los niños y que los abuelos no tuvieran que dejar sus cosas desde primera hora de la mañana.
Al final nos organizamos bien, por la mañana estuvo él y por la tarde los abuelos y yo pude dedicar todo el día a salir corriendo al baño cada cinco minutos sin preocuparme de dejar a los niños de cualquier manera.
Nadie se puede imaginar lo que agradecí poder estar en cama sin preocuparme por los niños. Lo cierto fue que a medida que avanzaba el día mis fuerzas iban mermando y sin ayuda no hubiera podido atender a los niños.
Un día, es sólo un día, cuídate! Es el pensamiento que me repetía para evitar la culpabilidad. Que visión más absurda de ver la vida! A veces no me soporto! Jijiji

Vale, muy bien, pero...y si no tienes a nadie para que te cuide los niño? Pues nada, date por muerta. Quien te manda ponerte mala?
NOO!  BROMA! Ni se te ocurra pensar así! Todo tiene solución, sólo que en este caso será más difícil.
Pongámonos en situación: madre atacada por los virus y uno, dos, tres...niños guerreando como si no hubiera un mañana a tu alrededor. Vale, calma. Olvídate de lo que harías un día normal.
Llévate los niños a tu cama o habitación, túmbate y atiendelos sin prisa, si tardas dos horas en cambiar un pañal seguro que no pasa nada. Intenta en la medida de lo posible quedarte en cama o sofá el máximo tiempo posible.
Si los niños tienen que tragarse todos los capítulos de la patrulla canina o Pepa pig,mientras tu descansas, seguro que no les pasa nada.
Haz la comida que menos te complique,  si un día comen un poco peor seguro que no les pasa nada.
Quedate en pijama y deja en pijama a los niños también, porque un día no salgan a la calle seguro que no les pasa nada.
Cuando llegue tu marido del trabajo, delega y vete a la cama. No des instrucciones, deja que lo haga todo a su manera. Por un día que las cosas no se hagan como tú crees que es mejor NO TE VA A PASAR NADA!
Esto es al menos lo que tenia pensado hacer en caso de no pedir ayuda. Gracias a Dios lo hice y aunque en un  día no me recuperé, si que pude recuperarme antes.
El día siguiente me lo tomé con mucha calma, me marea baja bastante y únicamente salimos a por el pan. Al ver que estaba todavía muy floja opté por la opción de cuidarme un poco más y quedarnos el resto del día en casa. Sufrí mucho porque para fastidio hacía un día de lujo y el no poder sacarles al parque me daba mucha pena, pero para mi sorpresa... No les pasó nada! Tuvieron una semana algo diferente, sin mucha calle y con una media mamá pero todo fue pasando y....NO NOS PASÓ NADA! 😃😃😃

miércoles, 25 de mayo de 2016

TE ECHO DE MENOS

Hoy no sé muy bien como empezar el post. La verdad es que llevo tiempo queriendo hablar de este tema pero es tal la aborágine de cosas que se nos viene encima cada semana, que al final no tengo tiempo para parar dos segundos a pensarlo. Y digo pensarlo, porque no lo pienso pero sí lo siento.

Cuando empiezas una relación estás tan rodeado de feromonas, dopamina, serotonina, endorfinas y toda clase de opiaceos naturales, que parece que estés flotando todo el día y que todo tu mundo gire en torno a esa persona que has elegido para que comparta tu vida. Parece imposible que haya algo que pueda entorpecer esa senda de amor, felicidad, risas y apijotamiento constante. No te imaginas que el  estrés del día a día, el trabajo y mucho menos los hijos, puedan acabar con ese estado de acoplamiento constante con la otra persona. Quizá sea cierto que las mujeres sentimos más apego hacía nuestras parejas que los hombres, que parece que vayan más por libre, pero lo cierto es que al final los problemas contínuos del día a día, acaban de golpe y porrazo con esa vida de ensueño de la que gozaban unos y otros, cada uno a su manera, en las primeras etapas de la relación.

Es cierto que con los años, el tipo de relación que mantienes con tu pareja va cambiando, y con el tiempo aprendes a conocerte, a ser más paciente y comprensivo... Madurar juntos hace que adquieras un punto de complicidad que es mucho más valorable que el pasarte todo el día pensando en esa persona embobada perdida (jijiji).

Pues bien, la llegada de los hijos, sobre todo cuando son deseados hace que esa complicidad crezca, estar juntos en esos momentos tan importantes hace que la pareja adquiera un grado de compromiso tan íntimo, que ese sentimiento que al principio desbordaba feromonas por todos nuestros poros, se transforma en un sentimiento más puro, sincero y verdadero.

El "problema" por llamarlo de alguna manera, viene cuando los niños empiezan a crecer, a tener más necesitades, a reclamarte más,cuando empiezas a dejar de tener dos minutos para ti y pasas a dedicarles todos tus ratos libre a ellos. Al final del día acabas tan agotado que sólo tienes ganas de coger la cama y cerrar la pestaña y ¡que no se le ocurra a tu pareja darte conversación en esos momentos! vamos ya sería el colmo tener que ponerte a escuchar y conversar a las 22:00 de la noche. ¿Estamos locos? esas horas son indecentes para estar de charla, ¡que la gente quiere dormir! Jajajaja.

Vale,vale, he exagerado un poco, pero sí es cierto que llevamos un mes que por unas cosas u otras, no hemos tenido tiempo para estar juntos, para darnos un abrazo, para hablar de nosostros, a veces me parece que estando juntos en el mismo salón, pareciera que estuvieramos a kilometros de distancia. Él atendiendo a la niña yo al niño, ponle tu el pijama a uno que yo le quito el pañal al otro y así van pasando los días sin poder estar dos segundos mirándonos a los ojos, sin aprovechar el rato del sofá para darnos un abrazo, sin poder estar en silencio y cogernos de la mano. Todo va a un ritmo acelerado, necesito mirarte y que me mires, que hablemos de nosotros, tengo la necesidad de decirte que te quiero, que me encanta dormir a tu lado, que espero cada día que lleguen las 19:30 de la tarde para estar a tu lado aunque cada uno esté liado me gusta saber que estás ahi. Me encanta ver los besos que les das a tus hijos, la paciencia que tienes con ellos y vale... a veces conmigo (solo a veces,jiji). Me encanta que estés en mi vida y echo de menos el no poder tener tiempo para decírnoslo.

A veces los hijos nos absorven tanto que nos olvidamos de lo que les hizo posible, el amor de la pareja, por eso intentemos cogernos de la mano, darnos un abrazo según nos cruzamos por el pasillo, no olvidarnos de nuestras parejas y sobre todo, hacer que los hijos sean partícipes del amor de sus padres.
No quiero volver a tener la sensación de echarte de menos, teniéndote tan cerca...

sábado, 14 de mayo de 2016

UN POST DIFERENTE

Hoy me he levantado con ganas de hacer un post especial, diferente al resto. Llevo tiempo pensando en publicar algo que esté relacionado con la lectura. Es muy importante que nuestros hijos aprendan este hábito tan importante y enriquecedor desde bien pequeños y no hay mejor manera que lo vean como algo natural, algo del día a día que ven hacer a sus papás de forma espontanea y como algo normal.
Son, bueno más bien eran, muchos los momentos en los que aprovechaba para coger un libro mientras los niños jugaban y ponerme a leer. Esos ratitos parece que no significan nada,pero los niños que son esponjas se quedan con todo. Al ratito de ponerme a leer, el niño me miraba y preguntaba: ¿qué haces?...
Leer hijo, estoy leyendo, le decía yo y en seguida se me sentaba al lado y me miraba. Yo dejaba mi lectura y cogiamos un cuento y se lo leía.
Lo cierto es que me lo paso pipa, les interpreto las historias y se parten de risa. A veces les pongo en la colchoneta y yo me siento en una banqueta y les empiezo a leer un cuento como si no hubiera un mañana...con sus ruidos,sus personajes, sus historias inventadas muchas veces...(jijiji)

Y con estos ratitos, no sólo conseguimos que se lo pasen bien, sino que empiecen a interesarse por los cuentos y sus historias.
Sorprendida me quedé un día cuando a lo lejos oía una vocecilla con diferentes modulaciones, me acerqué despacio y sorprendí al niño, leyendo un cuento a su hermana tal cual se lo leo yo a ellos.
Me hizo tanta gracia, que agarré el móvil y me puse a grabar. Lástima que ya le cogí al final del cuento, pero me dio tiempo a inmortalizar un poquito del momento.

 Como dije al principio, quise que este fuera un post diferente, en el que las palabras no quitaran protagonismo al núcleo fundamental de esta entrada... Y como una imagen vale más que mil palabras...







jueves, 12 de mayo de 2016

DONDE COMEN DOS COMEN TRES?

Este nuevo tema para el blog se me ocurrió a raíz de una charla entre amigas tomando café.
Es inevitable que entre un grupo de madres sobre todo primerizas, no surja la recurrente pregunta de: ¿y el segundo para cuando?. Lo cierto que el tema surgió de la manera más natural posible y sin darme cuenta, cuando pude reincorporarme a la conversación tras atender una mini rabieta del niño,ya estaban debatiendo sobre el tema muy entusiasmadas. Yo escuchaba emocionada ya que me fue inevitable recordar ( mentalmente y a modo off Homer Simson)mi segundo embarazo. Hablaban con entusiasmo del tiempo que tenían pensado esperar y de lo raro que se les iba a hacer volver a la matrona,ecos,analíticas y etc...
Una vez puse el modo on intervine lamentandome y con nostalgia de que yo ya no viviría esa experiencia, que ya había completado el cupo.
Al notar que mi tono era de nostalgia,una vocecilla amistosa intentó rebatir mis argumentos diciendo muy ufana: " bueno mujer donde comen dos comen tres!".
Y en ese momento sonó un clic en mi cabeza ( ¿sería el interruptor de off?)y empecé a reflexionar sobre todas las veces que había creído que eso era así y en mi cabeza apareció la imagen de un pollo con cuatro pirañas abalanzándose sobre él. 
¿Que dónde comen dos comen tres?
¡Menuda mentira!
La primera imagen que me vino fue la del pollo porque es lo más significativo.
Cuando vivíamos mi marido y yo solos,recuerdo que un pollo nos daba para tres comidas. Un día las pechugas,para otro día separaba contramuslos y alitas, y para otro hacía un cocido,arroz o así con la carcasa.
Cuando llegó el niño,aún podía aprovechar para dos comidas y ahora con la niña, un pollo de 2 Kg se nos queda justo!
Y eso si hablo sólo del pollo,casi mejor no menciono lo que pasa con el pescado... Fruta,verdura,leche, galletas,pasta,legumbres.... Lo único que cunde bastante son los cereales,no sé porqué pero parece que según cierras la bolsa se multiplican. A veces no se dan acabado,cosa que agradezco por otro lado!
Y no sólo hablamos del gasto en la comida, pañales,ropa... Y eso cuando aún son bebés, no quiero pensar cuando vayan al cole, cuando vayamos a tomar algo y las consumiciones se multipliquen por cuatro,cuando quieran ir al cine.
Lamentable la sociedad no está pensada para tener más hijos,bueno claro, la cosa cambia si los padres tienen unos buenos sueldos,pero claro eso seguramente significaría que ambos trabajarían mucho y no tendrían tiempo de criar a sus hijos y entonces volveríamos a entrar en el mismo debate de siempre: criar/educar contra un alto nivel de vida/dar lo "mejor" a tus hijos....

En fin, que todo esto me lleva a la conclusión de que materialmente es imposible tener otro hijo. Da mucha pena saber que tu familia no puede hacer hueco para otro miembro que tendría sus peculiaridades, su carácter, que entraría a formar parte del equipo de juego de nuestros pequeños y que vendría a dar más sentido si cabe a nuestra vida.

Pero nuestra familia está muy bien así, y  yo agradezco a la vida por cada día que paso a su lado, por haber sido capaz de reorganizar nuestras vidas y nuestras prioridades para ofrecerles lo mejor de nosotros.

martes, 10 de mayo de 2016

ACEPTAR EL CAMBIO DE RUTINA

Cuando vives con una rutina tranquila y bien establecida, parece que la vida se ha detenido y todo entorno a ti gira menos tú. Los pequeños problemas del día a día se solucionan cuando los niños se van a la siesta y tienes un pequeño respiro para estabilizar los niveles de estrés que te hayan podido generar tus pequeños. Es un momento de paz compartida y tanto ellos como tú recargais pilas para afrontar lo que queda de día.  Todo está bien, todo vuelve a su sitio.¿ Pero que pasa cuando esa rutina empieza a cambiar? Pues que estalla la guerra y de repente, lo que iba lento ahora va a una velocidad vertiginosa y no encuentras el pedal de freno 😨😲.
Pero vayamos por partes, empecemos por el principio y veamos como era nuestro día a día.
 Empezamos la jornada a las 9 o 9:30 y siempre de buen humor. Primero se levantaba el niño cantando o preguntando por papá o mamá de forma tranquila. Jugaba un poco en su cuna y nos íbamos a desayunar. Al rato despertaba la peque y la poníamos a desayunar con nosotros. Después les dejaba en la sala con los juegos y los dibujos y yo aprovechaba a fregar, recoger, hacer la casa y ducharme. Los vestía y nos ibamos al parque o a comprar, según tocase. A las 2 o así subíamos a comer, comíamos, jugábamos otro rato y al poco dormían las siesta, de dos horas y media a tres dormía el niño, la niña hora y media o así.  Ese momento era el que yo aprovechaba para recoger y limpiar cocina y baño lo primero y después para dedicarme a mi, escribir en el blog, leer o hacer cualquier cosa que tuviera pendiente. No era lo habitual, pero algún día hasta conseguí poder dormir media horilla😃😄😁. Acabadas las siestas, tocaba meriendas y parque hasta que venia su padre. Una vez en casa papá se hacía cargo de los peques y yo hacía la comida del día siguiente y las cenas. Baño, cena, ratito con los papás y...A dormir! Y así todos los días,  tranquilos, sin lloros, sin gritos...
¿Pero que fue lo que desencadenó el cambio? Pues realmente no lo tengo nada claro. En un principio creo que le afectó ( y ahora voy a centrarme exclusuvamente en el niño)la nueva rutina con mi trabajo. Aunque son pocos días los que no estoy, el niño estaba acostumbrado a compartir conmigo sus 24h del día y de repente y sin explicación previa, su mamá desaparece algunos días por la tarde y aunque él disfruta con los abuelos y su papá, el que se ausente la figura que no se ha separado de él durante dos años, nos guste o no,tiene que afectar por narices.
Otro causante del cambio es, que inexplicablemente y sin mi permiso, el niño ha decidido crecer!! Parece mentira, pero en cosa de un par de semanas le noto un cambio enorme, le veo más mayor, entiene perfectamente lo que se le dice, hace las cosas sabiendo que las hace, no sé, ya es un niño😔😔😔😔🙌. Le está cambiando el carácter, sabe lo que quiere, como y cuando lo quiere ( lo cual es un problema). Está buscando su sitio en la familia.
Este proceso de crecimiento está relacionado directamente con sus relaciones sociales,  vamos sus amigos del parque. Empieza a observar e imitar a aquellos que pasan más tiempo con él.
Se está haciendo mayor y empieza a buscar las maneras de conseguir sus objetivos, está buscando sus límites y está experimentando para saber donde están los nuestros.
Es un proceso necesario para su desarrollo pero que nos ha llegado de manera inexperada.
 ¿ Y todo esto en que afecta a nuestra rutina, en que han camido las cosas?
Para empezar esta demasiado estresado y eso se traduce en lloros constantes, pataletas y rabietas. Pide atención constante y esos ratos en los que quedaban solos jugando y yo aprovechaba para limpiar han desaparecido. Tengo menos tiempo para hacer las cosas. Hasta ahora no he mencionado a la niña porque estos cambios no la habían afectado, pero ahora al tener a su hermano con tales niveles de estrés y de búsqueda constante, tampoco tiene esos ratitos para experimentar sola y me solicita también más, muchas veces suplicando ayuda😰.
A parte, ella también está en esa fase de descubrimiento,  de exploración y se frustra cuando no consigue alcanzar lo que quiere o cuando no consigue ponerse en pie. Y todo esto se traduce en lloros, por parte de una y lloros por parte del otro.

Se han juntado dos etapas de crecimiento difíciles y tan diferentes que a veces me veo desbordada por la situación. Incluso en algún momento me he visto tentada a unirme a esas fiestas de llanto que se organizan en casa, venga los tres a una como Fuenteovejuna!😭😭😭😭😭.

Es el momento de aceptar que las cosas están cambiando,  que se inicía una nueva etapa, que empezaremos con una nueva rutina que seguramente en breve también cambiará, porque esto avanza a pasos agigantados.
Ahora entiendo la insistencia de muchas madres del parque en preguntarme que tal lo llevaba, cómo me manejaba con dos niños tan pequeños. Si soy sincera, alguna vez pensé que ese miedo a tener los hijos tan seguiditos venía causado por madres quejicas, que se agobian por todo y que le echan mucho cuento al tema para conseguir más ayuda por parte del padre o familiares.
Resumiendo que esto me parecía cosa de niños ( y nunca mejor dicho). Ahora todo se empieza a complicar y ahora sé lo que es no tener tiempo. Parece broma pero realmente no tengo tiempo de mirar el móvil muchas veces, tengo aparcadas las redes sociales y cada día me es más complicado buscar un rato para editar en el blog, cada vez tardo más en publicar un post y no es porque no quiera, realmente no tengo tiempo material. A veces me siento desbordada, pero esta nueva situación bastante caótica no me asusta. Sé que es una nueva etapa necesaria para su desarrollo y cuando la situación me supera, espero a que venga su padre del trabajo, le dejo a las fieras sueltas y me meto a la cocina para terminar de hacer la cena y la comida del día siguiente.  Y a pesar de que sigo trabajando, se me olvida el estrés al pelar patatas o al darle un hachazo al conejo😬(jijiji).
 En estos momentos límites es cuando la figura del padre es imprescindible. Y que mejor final para un día de duro trabajo llegar a casa y relajarse cómodamente en el sofá mientras dos renacuajos no dejan de chillar,tirar cosas y llorar a moco tendido porque una mosca ha pasado delante de su juguete favorito?
Sí, al final mi marido y yo formamos un buen equipo. Él no puede relajarse al llegar a casa y yo no puedo ir al baño en todo el día. 😂😂😂😂😂

En fin, que todo cambia, adaptándonos a sus cambios vamos transformando nuestra rutina y vamos asimilando que lo que antes se presentaba como fácil, ahora se va a complicar cada día un poquito más. Lo importante es saber aceptar los cambios, transformarnos también nosotros por dentro y hacer una retrospección hacia nuestra infancia,vernos de niños y entender que todo lo que les pasa,esas rabietas y lloriqueos sin sentido, son parte de su maduración, que no lo hacen para hacernos rabiar,que no son malos,que simplemente son niños.


* En el proceso de editar esta entrada,que lógicamente me ha llevado varias semanas,he de apuntar que las cosas se han empezado a estabilizar,hemos cambiado horarios de comida, hemos ampliado su libertad de juego antes de la siesta,no le presionamos para dormir y así llega un momento en el que cae rendido en el sofá y se duerme la siesta. Ya no está tan quejicoso,ni tan rebelde. Todo ha vuelto a estabilizarse en el momento en el que hemos comprendido que la rutina anterior ya no nos servia.
Y llegados a este punto,yo me reafirmo en lo culpables que somos los padres coartando la libertad de nuestros hijos para imponerles unos ritmos que son los nuestros y no los suyos. Y que fácil es acusar a un niño de portase mal y lo difícil que nos resulta a los padres admitir que tal vez somos nosotros los que estamos equivocados.

D,A,I os amo hasta el infinito y más allá, gracias por hacerme crecer,por aprender a vuestro lado,por hacer que la maternidad sea un enriquecimiento personal y madurativo.

miércoles, 27 de abril de 2016

CAMBIOS EN LOS BEBÉS TRAS LA INCORPORACIÓN AL TRABAJO

He esperado un tiempo prudencial para notar posibles cambios en los niños, para ver si la nueva rutina les afectaba en su carácter y no he tardado mucho en encontrar la respuesta.
Al principio sentía una inmensa pena y un terrible sentimiento de culpabilidad al separarme tantas horas de mi pequeña, con tan sólo 9 mesitos sabía que todavía me necesitaba mucho. De mi niño también me daba mucha angustia separarme, llevábamos 2 años haciendo todo juntos, pero pensé que al ser más mayor ya no me necesitaba tanto, sobre todo porque me lo dejaba bien claro en el parque cuando salía corriendo para irse con sus amigos y se olvidaba de su pobre madre que se dislocaba el cuello cada dos por tres, para tenerle siempre a la vista.
Pues bien, otra vez más me queda bien claro que no todo es lo que parece.
La niña se ha adaptado perfectamente a nuestra nueva rutina, si bien es verdad que los primeros días no comía demasiado bien hasta que yo llegaba, ahora come como siempre y su toma nocturna se ha vuelto a regular. Los primeros días cuando llegaba a casa se enganchaba y no se soltaba hasta que las dos estábamos en cama, ahora hace su toma y después juega un poco o se duerme según lo cansada que esté.
El niño... mi niño...pobrecito  mio, él sí que me necesita aunque no lo diga. A pesar de que gracias al Dios disfruta y es feliz con sus abuelos, sé que me echa en falta, que nota el cambio de rutina y que su mamá que estaba las 24 horas del día con él, ya no está siempre.

¿En qué noto esos cambios? En su comportamiento. Todavía es muy pequeño para identificar y poder comunicar sus sentimientos, pero mamá que lo conoce muy bien, le entiende a la perfección aunque él no pueda expresarlo.
Siempre ha sido un niño muy bueno y cuando digo muy bueno es porque lo era, no es cosa de mamás, todos los que lo conocen lo saben muy bien. Pues bien ahora no sólo no obedece si no que hace lo contrario, ha empezado a tirar cosas con rabia a modo de reto, da patadas, escupe, se tira al suelo enrabietado gritando como un loco por la cosa más insignificante que haya podido pasar, se ha vuelto caprichoso y lo que más me preocupa es que me reta, pone a prueba mi paciencia de forma consciente e intenta imponer los límites.
Podría pensarse que es la temida crisis de los 2 años, pero yo sé que no lo es, esa crisis la estaba pasando ya antes de que me pusiera a trabajar y era diferente.
Además sé que no lo es porque cuando se pone así son los domingos y los martes, coincidiendo con que he trabajado los días anteriores y a partir del miércoles hasta el sábado vuelve a ser el niño que era, con sus momentos de rabietas como todo niño, pero ya deja de ser ese niño retador y caprichoso, vuelve a ser él, mi niño cariñoso, obediente y ordenado, mi niño que me abraza y me da besos, que juega con su hermana, que se divierte sólo sin pedir a gritos la presencia de su madre.

Es muy duro ver que aunque el niño está bien, sufre mi ausencia sin ser consciente, sin poder exteriorizarlo y que mamá ante este comportamiento y sabiendo que lo hace sin querer, sin poder evitarlo y pidiendo a gritos que su mamá se quede cerca, pierda la paciencia y no pueda evitar pegar algún grito que otro. Y esto me entristece doblemente, por un lado al ver que el niño lo pasa mal cuando se pone en ese estado y por otro, al ir en contra de nuestros principios al saltarme uno de los pilares en los que se asienta nuestra idea de crianza y educación,  los NO GRITOS. (He de aclarar que no le grito siempre, tan sólo le he gritado en un par de ocasiones cuando el nivel de estrés alcanzaba niveles insospechados).

Resumiendo: amo a mis hijos y me duele ver que sufren y que hay situaciones en la vida que no voy a poder cambiar para evitarles sufrimiento. Sólo quiero aprender a

miércoles, 13 de abril de 2016

DEBERÍA INICIAR EL DESTETE NOCTURNO?

A pesar del título de la entrada, el destete tanto diurno como nocturno,   es algo que de momento no me planteo de forma seria ya que la niña tan sólo tiene diez meses y a mi entender todavía necesita, corrijo: necesitamos, ese apego tan especial que nos proporciona la lactancia.
Y entonces, por qué planteo esta interrogante en la entrada?
Si bien es verdad que cuando decidí ofrecer a la niña lactancia exclusiva hasta los seis meses y después lactancia prolongada hasta que ella lo decidiera, nunca pensé en que podrían existir otras circunstancias ajenas a los problemas propios de la lactancia ( como me pasó con su hermano) que alterasen esta decisión. No se me ocurrió pensar en que podría empezar a trabajar o que quizá el propio carácter del bebé pudiera influir en tal decisión.
Vayamos por partes, en cuanto al tema del trabajo he de decir, que a pesar de que fue un imprevisto, en cuanto a que no estaba en nuestros planes el hacerlo, no ha alterado para nada el tema de la lactancia. Con la alimentación complementaria bastante bien establecida,ella fue quitando tomas de forma voluntaria y de esta manera, por la tarde y coincidiendo con las horas del parque,  ella misma decidió que era más divertido jugar que estar enganchada a la teta de mamá (quitando momentos puntuales en los que esté molesta o incómoda por los dientes o algún otro malestar). Y como por suerte mi jornada   laboral empieza y termina en ese periodo de tiempo en el que ya no tomaba, pues perfecto! Una preocupación menos!
Y en cuanto al otro punto, a qué me refiero cuando digo que el propio carácter del bebé podría influir en el destete?
Pues bien, aquí viene lo extraño o lo desconcertante, lo que me lleva a plantear la pregunta del destete en este post.
En este punto tomo como referencia a mi  otro hijo. A pesar de ser un niño muy cariñoso y con mucho apego familiar, a los 9/10 meses empezamos a notar que necesitaba más independencia por la noche,como que le molestábamos en la cama. He de explicar que practicamos el colecho con una cuna tipo sidecar ( invento de producción propia ya que lo hacemos con una cama normal uniéndola con cuerdas a la nuestra y quitándole los barrotes de un lateral). Pues bien, aunque tenía su propio espacio en su cuna y a pesar de ser un niño bastante asustadizo, nos empezó a dejar bien claro que lo que quería era estar sólo. Así a los 12 meses y empujados también por la llegada de su nueva hermanita que llegaría tres meses después, decidimos cambiarle a su propia habitación y tal como esperábamos, su adaptación fue sorprendente y si bien es verdad que pasamos alguna noche yendo y viniendo a su habitación, en poco tiempo empezó a dormir sólo.
He de aclarar que el niño ya llevaba tiempo sin la teta y sin ningún bibe por la noche,quizá esto también influyera, pero yo creo que fue más el propio niño el que quería el cambio.

Dicho todo esto,ahora se me plantea la misma duda con la niña. Querrá también su propio espacio? Esta duda se me plantea porque durante la noche se despierta bastante( vale,sí, como cualquier bebé de teta) pero yo noto que quizá prefiere estar sola, además y para corroborar este pensamiento, por la mañana después de la última toma y cuando yo me pongo en marcha y dejo la cama, la niña duerme a pierna suelta casi hasta las 11 de la mañana y en las siestas,que las duerme en la cama sola,otro tanto de lo mismo. De ahí mi impresión de que duerme mejor sola.
Y claro,llegados a este punto, me planteo cómo seria el proceso del cambio, porque con el niño no hubo problema ya que estaba destetado,pero... Y la niña? Cómo tendría que hacer? Destetarla primero en nuestra cama y luego pasarla a su habitación? O ir destetándola  en su habitación a medida que hacemos el cambio?
Vamos a ver,no es algo que vaya a hacer en breve,pero si es algo que me tengo que plantear por si realmente la niña quisiera dormir sola.

Además otro dilema que se me plantea es cómo hacer el cambio de habitación. Con el niño fue fácil puesto que tenía todo el tiempo del mundo con él y además no tenía que compartir habitación. Con la niña estoy más limitada ya que tenemos que esperar a que él se duerma para poder tener el tiempo necesario para estar tranquilas y sin interrupciones. El tener que compartir la habitación también nos complica un poco la cosa ya que podemos despertar al niño y hacer que de un paso hacia atrás en este tema del descanso. Sé que cuando se les cambia de habitación las idas y venidas son constantes y los lloros también y no quiero que eso desestabilice el sueño del niño. Así que no sé cómo lo voy a hacer, cómo lo ha hecho el resto del mundo? No se supone que criar al segundo bebé es más fácil?
Pues yo me he dado de bruces con una realidad que no me esperaba y aún así estoy feliz de sentir que todavía me queda mucho que aprender junto a ellos.

viernes, 1 de abril de 2016

REINCORPORACIÓN AL MUNDO LABORAL

2 de abril, 7:20 de la mañana. Después de 3 horas sin dormir por fin me decido a coger el móvil y escribir. Esta es una de las muchas noches que paso sin dormir desde que recibí esa llamada por primera vez.
En este post voy a tratar el tema de la incorporación al mundo laboral desde la máxima sinceridad posible y aunque levante ampollas,ya que como comenté en la entrada " reanudación del blog",el fin ultimo de este blog, es el de ser mi válvula de escape y un enlace directo con mi yo más profundo.

Pues bien, toda mi estabilidad emocional y familiar se empieza a tambalear cuando recibo una llamada... :"hay una vacante para un puesto de trabajo, te interesa?"
Lo que en principio puede parecer una buena noticia a mi me cae como un jarro de agua fría, sobre todo porque al ser de mi marido de quien recibo la llamada (y como he dicho al principio voy a ser lo más sincera posible) me veo en la obligación de aceptar la propuesta.
A pesar de que los dos entendemos y compartimos la idea de una crianza respetuosa y más natural posible y entendiendo la presencia de la madre como parte de una necesidad del niño, no es la primera vez que me ofrece la posibilidad de trabajar, así que sobreentiendo que es eso lo que quiere.
Y no le culpo,sé que esto forma parte de la sociedad en la que vivimos. Al final te ves arrastrado a desear más, a querer el mejor trabajo, la mejor casa  y comprarles la mejor ropa que haya en el mercado. Y yo me pregunto, realmente eso es lo mejor para nuestros hijos? Yo sé que no.
Pero hoy en día es muy duro luchar contracorriente. Pensar diferente te convierte en hippie, si te movilizas ya eres un perro flauta y si permaneces al margen calladito y sin molestar demasiado,resulta que eres una persona luchadora y con aspiraciones en la vida que sólo buscar el bienestar de su familia . Esta reflexión está totalmente desvinculada de cualquier connotación política, es la manera que tengo de expresar mi desacuerdo con esta malentendida sociedad del bienestar en la que creemos que más es poco y mucho más es lo mejor.
Además a las mujeres nos han engañado, nos han hecho creer que la liberación y la igualdad de la mujer está íntimamente ligada al mundo laboral. Vamos que si decides quedarte en casa y criar a tus hijos, no eres más que una mujer florero y sí, realmente te ves ninguneada por la sociedad  y no por tu marido (hay que aclarar). Te conviertes en una mujer sin aspiraciones, limitada, en una pobre madre que sólo está con sus hijos, dejas de ser mujer y de tener metas en la vida y te conviertes en una madre que nunca se va a poder realizar como mujer.
Si señores y ante este miedo que nos han metido en el cuerpo a las mujeres,muchas son las que salen de sus casas corriendo para llegar a ser la mejor peluquera, la mejor arquitecta o la mejor artista de cine. Y así no es raro ver madres deshumanizadas [ Con este ejemplo ( y quiero aclarar que es real) sólo pretendo enfatizar en cómo la sociedad de consumo en la que vivimos nos aleja de los verdaderos valores. No me interesa juzgar si es buena o mala madre ] que les niegan a sus hijos unos brazos cuando han tenido algún percance en el parque :"que no te voy a coger Pepito",pero salen corriendo a comprarles la wii si se la piden para su cumpleaños.
A mi me sobra la Wii, la casa de dos plantas y los vaqueros de marca ( y sé que a mis hijos también). Lo que realmente me hace feliz, lo que realmente le da sentido a mi vida, es ver a mis dos hijos crecer felices, junto a unos padres que les quieren,  les respetan y que están presentes en su vida en todo momento.
Pero como digo, la sociedad te presiona y machaca hasta que consigue encarrilarte.
"...y tu mujer no trabaja?,uy! pues la mía pidió reducción de jornada pero  al final no la cogió porque es que perdía mucho dinero!" ( y esto lo dice alguien que cobra 2000€)
Pierde mucho dinero? Yo creo que está perdiendo mucho más que dinero,pero bueno.
"...anda pero no trabajas?". No, no trabajo FUERA de casa.
"...y tu mujer sin trabajar?"
"...y no hace nada tu mujer?"
En fin...y así en un montón de ocasiones.
Parece que si una mujer decide dedicarse a la crianza de sus hijos,es una vaga, una mujer que no quiere trabajar.
Con todo esto no quiero decir que las madres que trabajan fuera de casa sean malas madres, por favor, no quiero que se malinterprete mi punto de vista. Sólo pido que se nos de la opción de elegir sin ser juzgadas.



miércoles, 30 de marzo de 2016

INSEGURIDADES CON EL MÉTODO BLW

Parece mentira que llegados a estas alturas me surjan inseguridades con respecto al BLW.
Lo cierto es que con el mayor todo fue más fácil,cumpliendo a rajatabla las leyes del pediatra con respecto a la introducción de los alimentos,pero saltándome a la torera la forma de ofrecérselos.
Después de la introducción tradicional de los cereales sin gluten,luego con gluten,la fruta,la verdura,la carne,etc... Empecé a ofrecer a mi niño, siempre con su buena dosis de papilla como mamá obediente que se precie (entiéndase aquí el tono irónico),trocitos de lo que contenía el puré.
Así, si le hacía una papilla de patata,zanahoria, puerro y pollo,sacaba un trocito de cada antes de triturarlo y se lo ponía en la mesa.
De esta manera pronto pude conocer sus preferencias y la fruta,que triturada nunca la quiso, la empezó a comer en trozos y cómo le gustaba!
En poco tiempo aprendió a comer él sólo y nunca me preocupé por si no comía ya que fue buen comedor y además, como siempre se comía las papillas estaba tranquila.

No me está pasando lo mismo con mi niña pequeña y a veces me planteo si tener demasiada información no será contraproducente.
Me explico,poco a poco al leer sobre temas de crianza,descubrí el método BLW y me convenció desde el momento cero. Era una forma más radical de lo que había estado haciendo yo con mi hijo,así que me empape bien de toda la teoría y me convencí de que era lo que quería para mi niña.
Desde el principio todo fue perfectamente, de maravilla. La niña cogía la comida, no se atragantaba,disfrutaba comiendo... Eran pocas las cosas que no comía o que no probaba,así que yo contenta. Además el aporte de teta me dejaba más que tranquila.

El problema o más bien dicho mis inseguridades han empezado hace poco( la niña ya tiene casi 10 meses),cuando me fijé que la niña se ponía muy nerviosa cuando comíamos puré ( solemos comer puré de verduras de forma habitual) y me pedía que la diera. Me buscaba con la boca abierta desesperada por que la diera una cucharada. Todo esto coincidiendo con que cada vez toma menos teta durante el día.
A esto hay que sumarle que esta semana santa hemos comido varios días en casa de los abuelos y allí por no asustarles mucho con este método,le ofrecemos la comida aplastada con el tenedor. No recuerdo muy bien porqué, pero un día su abuela le dio la comida con la cuchara y la niña lo devoró todo.
Al día siguiente,ya en casa,le di la comida con cuchara y la niña me buscaba con la boca abierta. Cuando le ofrecí la comida como siempre (en trozos) parecía no querer, lloriqueaba y a pesar de que la cambié la comida por si era que no quería eso,seguía igual.

A veces me preocupo porque tengo miedo de que pase hambre y aunque sigue con la teta no me quedo del todo tranquila.

Por qué parece que le gusta más la comida cuando se la doy yo( la come igual en trozos pero se los doy yo con la cuchara o tenedor?
Se estará alimentando bien?
Por qué cuando tiene la comida en la mesa (en trozos) la tira, se pone nerviosa y lloriquea?
Si fuera porque no tiene hambre, porque come cuando se la doy yo con cuchara y busca la comida con la boca?

No sé... Son muchas las dudas que se me plantean día a día.

A veces tengo miedo de estar haciéndolo mal.
Supongo que son las dudas típicas de alguien que se enfrenta a algo nuevo.

domingo, 27 de marzo de 2016

27/03/2016. RECORDANDO EL PARTO

JFELICIDADES PEQUEÑO! Hoy cumples dos añitos y sin poder evitarlo me han asaltado cientos de sentimientos y recuerdos que han removido mi "zona de confort".
Me siento inmensamente feliz de verte crecer sano y contento y de poder compartir contigo cada logro,cada experiencia,cada risa o llanto. Todos y cada uno de los momentos que hacen que seas tal como eres.
Por otro lado, ayer por la noche no pude evitar sentirme un poco melancólica al recordar como se desencadenó todo...

Recuerdo que ese día estuve con mi madre por la mañana paseando  por la ría. A pesar de que no fue un trayecto muy largo sí recuerdo que me costaba mucho poner un pie enfrente del otro. Estaba muy pesada e iba muy despacio sintiendo mucha presión en la pelvis. Paseamos por un parque que tiene un pequeño estanque con peces y tortugas y que hoy en día es uno de los favoritos de mi pequeño.
Después paramos en una cafetería antes de subir a casa a comer y enfrentarme a la terrible cuesta que hay que subir para llegar a mi casa. Un trayecto que suele llevar 10' como mucho,nos llevó cerca de tres cuartos de hora!
Ya en casa,mientras comíamos,sentí unos pinchazos fuertes en la tripa,pero mi madre le quitó importancia y yo también puesto que no se volvieron a repetir.
Si recuerdo que la noche anterior dormí muy incómoda con continuos dolores como de regla cada hora más o menos.
En el fondo yo sabía que ya estaba muy cerca el desenlace.
Es una pena que no recuerde que más hice ese día por la tarde, me hubiera gustado tener ese día grabado y poder verlo cada vez  quisiera. A pesar de que el momento del parto es algo que te queda grabado a fuego en la memoria, también es bonito recordar todo lo que hiciste el día previo y las sensaciones que tuviste.
Después de esa laguna mental que tengo de la tarde,puedo ver con claridad todo lo que pasó después de la cena.
Mi marido estaba en el  salón viendo la tele y yo fui al baño  a hacer pis.
Al limpiarme vi como un pequeño hilito de sangre y supe inmediatamente que era el tapón mucoso que se había desprendido. Corrí a decírselo a mi marido y a explicarle que eso suponía una prueba de que el parto iba a desencadenarse en unos días de manera inevitable. Y así quedó la cosa,él se fue a la cama y yo me quedé en la sala viendo Velvet( me acuerdo perfectamente). A las 23:00 más o menos me fui a la cama con dolores de regla. Al final opté por levantarme a la media hora porque estaba muy incómoda y los dolores aunque no eran extremadamente dolorosos, si eran muy molestos. Decidí ir a la sala y mirar si esos dolores llevaban un patrón de tiempo. Pues sí! Si lo llevaban,empezaron cada 7 minutos y luego bajaron hasta 5. Recuerdo coger la pelota de pilares y sentarme en ella mientras veía "Supervivientes"(a esas horas poco había que ver). A las 2 de la madrugada avisé a mi marido, no por lo dolorosas de las contracciones si no por lo rápido que las tenía, ahora eran cada tres minutos. Nos vestimos rápidamente y cogimos el coche. Por suerte el materno lo tenemos a tres minutos en coche y  a esas horas ni habia tráfico, así que llegamos al hospital en nada. Eso sí ahora las contracciones eran a cada paso. Tardamos más en llegar del coche a la entrada que del coche al hospital.
Nos atendieron enseguida y al hacerme la exploración me dieron un chute de adrenalina al decirme que ya estaba de 7 cm y que se preveía un parto fácil.
Enseguida nos subieron a la sala de dilatación y allí yo seguía sin creerme que las contracciones dolieran tan poco, es más, dudé si ponerme la epidural porque veía que era un dolor soportable.
Eso cambió a la hora o así. Las contracciones ya no me daban tregua,no me daban margen para respirar ni para recuperarme. Notaba un desgarro y quemazón horribles en la parte baja de la pelvis. No sé porque tardaron tanto en ponerme la epidural ( quizá por mis dudas del principio) el caso es que al poco de ponermela ya estaba completa. El caso es que el poco tiempo que estuve con la epidural fue una maravilla.
Entró la matrona a mirar que tal iba y vio que ya había dilatado así que allí mismo, me rompió la bolsa de aguas(no se había roto de manera espontánea) y me hizo empujar un par de veces. El problema es que no me debieron poner bien la epidural porque no sentía nada de dolor y eso me complicó un poco para empujar ya que no podía localizar el dolor para poder empujar correctamente.
Me llevaron a la sala de partos,mi marido entró un poco más tarde,en lo que se puso la ropa para entrar. Una vez que ya estaba todo listo para empezar me mandó empujar. Enseguida la matrona se dio cuenta de que no notaba las contracciones asi que era ella la que me iba indicando cuando empujar.
Todo fue muy rápido, recuerdo mirar por la ventana y ver en el reflejo la cabecita de mi hijo saliendo.
" Venga un último empujón" me dijo " quieres acabar de sacar tu sola a tu hijo?"
Por supuesto! Me puso sus hombros sobre mis manos tiré un poco de él y salió rápido y resbaladizo. Le puse sobre mi pecho y así nos quedamos un ratito hasta que lo cogieron para limpiarlo y enseguida me lo devolvieron de nuevo.

Me parece mentira que ese sea el niño que hoy está soplando las velas de su segundo cumpleaños.

viernes, 18 de marzo de 2016

SOSPECHANDO CELIAQUÍA EN MI HIJO

Hay que ver la de errores y desconocimiento que tenemos muchas madres primerizas. En los primeros momentos en que visualizaba a mi pediatra como un ente divino,conocedor de todas las fórmulas magistrales para la salvación eterna de mi hijo, seguí sus consejos a rajatabla. A los tres meses dale suplemento de leche de fórmula, a los cuatro cereales sin gluten, a los seis con gluten, después empieza con la fruta, luego la verdura,más tarde metele pollo luego ternera...y así hasta llegar al año ir introduciendo todos los alimentos.
" No te saltes ni adelantes ningún paso si no quieres que tu hijo sufra intolerancias"
Pues bien yo seguí a rajatabla todas sus indicaciones aterrada ante la idea de que pudiera desarrollar alguna intolerancia. Esto me llevó a parecer una mamá obsesiva cuando comíamos fuera de casa:"Noooo,no le des un trozo de pan que no probó el gluten" "Ahhhh nooo como se te ocurre darle eso.. " Y así en un sinfín de situaciones.
Y así de ancha iba yo a las revisiones, todo bien?me preguntaba,si,si todo estupendo decía yo.
Y todo iba bien...al menos eso pensaba yo.
A los 15 meses más o menos le llevé a consulta por culpa de un catarro,tenia muchos mocos y no conseguía quitárselos. A partir de ahí empecé a peregrinar al pediatra una vez al mes sin que me dijeran otra cosa que no fuera que hiciera limpiezas nasales con suero.
A todo esto tengo que añadir que cambié de pediatra a los nueve meses y a pesar de que dimos con una buena pediatra, no nos duró más de tres meses y a partir de ahí su plaza la han ido ocupando multitud de pediatras ( al menos yo he conocido a cuatro en lo que va de año),así que esto tampoco ayudó. Pero no quitemos méritos a mi ignorancia e inexperiencia.
No sería hasta que mi hija pequeña empezó la alimentación complementaria cuando empecé a fijarme que las cacas que hacía el niño no eran normales. Las caquitas de la niña cuando la alimentación ya estaba asentada eran compactas y las hacía una o dos veces al dia. El niño seguía haciendo las cacas como cuando era bebé, blandas y plastosas e incluso a veces con los trozos comida esparcidos por el pañal. Además no era una ni dos veces sino tres o cuatro las que hacía.
Así que una vez que fui consciente de que eso no era normal,se lo consulté a mi pediatra que rápidamente nos solicitó una analítica de sangre para empezar a descartar cosas.
A raíz de esto me puse libros y móvil en mano y empecé a informarme sobre las intolerancias alimenticias.
Descarte intolerancia a la lactosa porque le habíamos retirado los lácteos un tiempo ( por prescripción médica lógicamente) y la cosa no mejoraba. Después de ir quitando de la lista diferentes alimentos que le pudieran estar perjudicando, llegué a la conclusión de que podía ser el gluten. Todo esto son conclusiones a las que llego yo de manera personal,ya que todavía no tenemos los resultados de la analítica.

Síntomas que me lleva a sospechar que sea celiaco:

Todo esto como digo,son congeturas que hago yo a modo personal y por lo que he leído, no está diagnosticado por ningún facultativo.
- deposiciones frecuentes,blandas,pegajosas y malolientes
- cansancio ( hay días que parece cansado, a veces se dormía en los columpios)
- aumento de apetito ( en algunas personas es lo contrario. Este punto queda en interrogante,ya que siempre fue un niño con mucho hambre)
- defectos en el esmalte dental ( en un diente tiene una sombra más clara)
- Irritabilidad ( hay días que no parece él, aunque este punto también se puede dejar en interrogante ya que podría tratarse de las típicas rabietas de los dos años)
- abdomen abultado.
Estos son algunos de los síntomas que me llevan a sospechar sobre que sea celiaquia,pero hasta que no nos diga nada el pediatra no lo sabremos.
He de decir que a pesar de sospechar que es causa del gluten, no puedo retirárselo para probar, ya que en la analítica tardaría más en aparecer y no haría otra cosa que entorpecer el diagnóstico.

Primera analítica de sangre:

Para un niño es muy duro enfrentarse al momento pinchazo,pero yo creo que para una madre mucho más.
Me daba una pena horrible sólo de pensar en que le iban a hacer pupa a mi pobrecito e indefenso peque.
La noche anterior le fui explicando todo lo que iba a pasar y así al día siguiente cuando lo desperté ya sabía que íbamos al médico. Me dio toda una lección de saber estar.
Se dejó tumbar en la camilla y que le cogieran el brazo. No lloró y cuando le pincharon lo único que dijo fue: pica! Pobrecito mio pero que bueno es!

Pues bien, hoy teníamos la consulta para ver los resultados y...oh sorpresa! Me acaban de llamar del centro de salud para decirme que la analítica ha salido incompleta y hay que repetirla. Alguien se puede imaginar lo que he sentido por dentro? Otra vez pinchar al niño como si eso fuera ir al parque. "Hala hijo otra vez a pincharte,mira que suerte tienes!"
De todas formas a la consulta iré igual por si pudiera ver algo en esa analítica.


RESULTADOS ANALITICA:.

Como comenté el viernes, al final decidí ir al pediatra a pesar de que la analítica era insuficiente por si acaso fuera suficiente con lo que tenía. Y menos mal que fui!!! Después de estar unos minutos mirando para la pantalla en silencio,me dio el veredicto. 

Tenía más que suficiente con lo que le habían enviado. Me dijo que no hacía falta repetirle la analítica ya que lo que no habían conseguido sacar le servía para ver lo que quería. A todo esto yo con el corazón en un puño.

Todo perfecto, sentenció al final, salen valores normales en lo relativo a intolerancias a la lactosa y gluten,bueno en general a cualquier tipo de alimento que haya ingerido. Sí le salían valores un poco altos en relación a un tipo de alergia tipo polvo o incluso podía ser de la humedad ( y será por humedad en Galicia...). Así que nada por lo que preocuparse.

Para el tema de la caca me dio unos probióticos. Llevamos tres días con ellos y he de decir que ya en la primera caca vimos resultado. No era del todo normal,pero sí más compacta y parece que va por buen camino. Aunque ayer volvió a hacer dos veces y la última volvía a ser bastante líquida.

Son 21días de tratamiento así que vamos a ir viendo. De momento yo me quedé más tranquila con el tema de la intolerancia.