Son, bueno más bien eran, muchos los momentos en los que aprovechaba para coger un libro mientras los niños jugaban y ponerme a leer. Esos ratitos parece que no significan nada,pero los niños que son esponjas se quedan con todo. Al ratito de ponerme a leer, el niño me miraba y preguntaba: ¿qué haces?...
Leer hijo, estoy leyendo, le decía yo y en seguida se me sentaba al lado y me miraba. Yo dejaba mi lectura y cogiamos un cuento y se lo leía.
Lo cierto es que me lo paso pipa, les interpreto las historias y se parten de risa. A veces les pongo en la colchoneta y yo me siento en una banqueta y les empiezo a leer un cuento como si no hubiera un mañana...con sus ruidos,sus personajes, sus historias inventadas muchas veces...(jijiji)
Y con estos ratitos, no sólo conseguimos que se lo pasen bien, sino que empiecen a interesarse por los cuentos y sus historias.
Sorprendida me quedé un día cuando a lo lejos oía una vocecilla con diferentes modulaciones, me acerqué despacio y sorprendí al niño, leyendo un cuento a su hermana tal cual se lo leo yo a ellos.
Me hizo tanta gracia, que agarré el móvil y me puse a grabar. Lástima que ya le cogí al final del cuento, pero me dio tiempo a inmortalizar un poquito del momento.
Como dije al principio, quise que este fuera un post diferente, en el que las palabras no quitaran protagonismo al núcleo fundamental de esta entrada... Y como una imagen vale más que mil palabras...
Mis hijos siempre quieren leer porque como dices nos ven a los papis hacerlo
ResponderEliminarSí,es bueno que les demos ejemplo! :)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar